sábado, 13 de julio de 2013

LA MÁGIA DEL CHARCO


Pisar un charco, saltar encima, ¡Es hacer fuegos artificiales! Tan baratos, tan divertidos, tan espontáneos y creados por mí cuando soy niño, también cuando soy mayor me gustaría pisar charcos, pero me da vergüenza que me vean, porque ya estoy cargado de los prejuicios míos y de los demás.

¿Y, por qué pisar charcos está prohibido y sin embargo, los fuegos artificiales que me asustan el ruido que hacen y lo peligrosos que son con la pólvora... me dicen mis padres "Miiira, ¡Qué bonitooo!"?

Si cuesta dinero, entonces vale. Y sin embargo si yo me mojo los calcetines me pegan.
No, lo barato, lo que yo puedo hacer, lo que yo descubro, de niño y (si soy valiente) de mayor, es muy estimulante.

¡Vaaaamos! ¡Piiiiisen charcos! Para no hacerse mayores aburridos.



2 comentarios:

  1. deseando que vuelva la lluvia para seguir pisando charcos!

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  2. Tengo que reconocer una cosa ... sigo saltando en los charcos!!! aunque sea escudado en mi pequeño cangrejo, pero en el fondo lo hago porque me gusta. Buf ya lo he dicho.

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