viernes, 7 de febrero de 2014

MI NIÑO ES FAMOSO


La frase disculpatoria es "yo no tuve ocasión y mi hijo quiero que la tenga". Realmente esta frase encubre una obligación del niño, para sentirse apreciado, de hacer lo que su padre o madre no se atrevieron a hacer.

 ¿Cuantos padres ponen por delante a los niños abriendo la maleza para que ellos pasen después? ¿Cuántos hijos descubren que tan sólo han sido un instrumento para que los padres se inflen de dinero, o simplemente de soberbia? Los padres no se atreven a realizar sus deseos, entonces utilizan al niño o a la niña para que se arriesgue en aquellas ilusiones o desilusiones a las que ellos no tuvieron el coraje suficiente para enfrentarse.



Los niños no saben qué es lo que hay que hacer, solo saben de padres, y cuando los padres les sonríen, y cuando los padres les premian, y cuando ven a los padres muy convencidos, los niños se sienten muy importantes, y entonces siguen...


    

¿Cómo son de adultos estos niños que han perdido su infancia?

Son adultos prematuros, sin referencias para poder ser niños, para poder ser adolescentes, y eso hace que sea una enorme puñeta la vida que tienen, porque después ellos tienen demasiado dinero, demasiada saturación, demasiado de todo, demasiado pronto, y no podrán tener nunca las referencias; los de su entorno les verán como monederos andantes, o les verán como elementos a los que hay que admirar y que siempre les mirarán con la curiosidad de saber si son como salen en la tele, más grandes, más pequeños, más cojos, si tienen los ojos más salientes, o tienen cera en los oídos...

Tendrán un llanto interno de porqué ellos fueron utilizados tan desmedidamente porque la fama es brutal, es un zarpazo tras otro ya que la gente te odia, te envidian, ganas mucho dinero, tus padres te aprecian mucho y no sabes porqué... 

Los niños deben entretenerse entre niños, entretener a los adultos es un abuso.



Con un click, Michael Jackson y sus hermanos cantan y bailan ¡a todo ritmo!



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