Aún así pueden ser criticados o insultados por otros niños que se hayan criado en casas con padres supuestamente heteros, entre temores, mentiras, ignorancia, etc. que son condicionados a rechazar todo aquello que difiere de sus miserias.
El mismo divorcio de un matrimonio gay, y el mismo divorcio de una pareja hetero, la misma penuria de una madre depresiva porque no tiene pareja, todo eso, es la misma carga de responsabilidad y de dejación de la criatura, sean de la raza que sean, sean de la sexualidad que sean, sean uno o sean dos, o sean doce.
Si al niño no se le tiene como a una carga sino como a una personita que genera ilusión, ya está, esa es la clave de todo.
Con un click en el reloj de la pared, Freddie Mercury te deja la casa reluciente |