viernes, 27 de septiembre de 2013

FALSOS AFECTOS


Con las manifestaciones de excesiva efusión cariñosa, pasamos las angustias a los niños, cuando abrazamos realmente como si fueran nuestra salvación, no como un abrazo que a ellos les produzca calor y les pueda reconfortar.

Cuando besamos, cuando decimos ¡Ay mi niño que bonito- qué bonito-qué bonito- qué bonitoooo! Cuando somos excesivos, estamos diciéndole al niño, ¡Sálvame-sálvame-sálvame!, ¡Mírame-mírame-mírame!, ¡No me abandones-no me abandones! 

Estos afectos tienen carácter retroactivo, porque son a condición de que luego "me los devuelvas" porque, "después de tooooodo lo que he hecho por tí..."



Los niños de manera natural, saben dar afecto a quién lo necesita sin hacer aspavientos. 





miércoles, 4 de septiembre de 2013

¡DAME UN BESO!


Los hijos siempre cuidan de los padres, y cuando éstos tienen que ir al colegio, los padres se sienten solos; los padres sienten que quien está pendiente de ellos, durante un buen tiempo (las horas que dure el colegio), no lo va a estar. Por eso le dicen al niño, ¡Dame un beso! , por eso le abrazan fuerte, por eso le dicen cosas como... ¡Portate bieeen!, ¡Haz lo que te dicen! 

En ocasiones los padres y las madres suelen ir al colegio en el recreo, como si ellos fuesen los abandonados y le pidiesen a sus hijos en el recreo, sal a asistirme, sal a darme abrazos, sal a cuidarme y a jugar conmigo. Los niños saben de la angustia de los padres.

Todas esas tensiones que crean los padres para los niños cuando van al colegio, es la manera que van a tener de comportarse los niños.  Aunque en ocasiones, las maestras logran que se olviden de esas cuestiones y disfruten de la risa, del movimiento, y de la amistad entre niños. Olvidándose así un rato de los padres.   

¡Viva la escuela! Ya que de momento es el único refugio para escapar de la presión de los padres. ¡Ya loz cuidaremoz cuando zalgamoz! Pero ahora, un rato de felicidad, de alegría y de ilusión. 
¡A jugaaaaar!