sábado, 16 de agosto de 2014

MI FAMILIA ES ASÍ


Ser hijo de un solo padre, de una sola madre, cualquiera que sea su raza, condición social, sexualidad. En todos los casos lo que importa es la estabilidad del hogar de ese niño. La estabilidad. Si en esa casa hay risas, si en esa casa hay agrado de unos hacia otros sea cocinando, sea ayudándose a peinarse, sea ayudando a lavar la ropa unos a otros, ... esa criatura será muy estable.
Aún así pueden ser criticados o insultados por otros niños que se hayan criado en casas con padres supuestamente heteros, entre temores, mentiras, ignorancia, etc. que son condicionados a rechazar todo aquello que difiere de sus miserias.

El mismo divorcio de un matrimonio gay, y el mismo divorcio de una pareja hetero, la misma penuria de una madre depresiva porque no tiene pareja, todo eso, es la misma carga de responsabilidad y de dejación de la criatura, sean de la raza que sean, sean de la sexualidad que sean, sean uno o sean dos, o sean doce.


Si al niño no se le tiene como a una carga sino como a una personita que genera ilusión, ya está, esa es la clave de todo. 



Con un click en el reloj de la pared, Freddie Mercury te deja la casa reluciente