martes, 19 de noviembre de 2013

NIÑOS "CORREVEYDILE"


Para los hijos, en principio, los padres no se separan nunca. Siempre tiene que existir vínculo entre su padre y su madre, quizá porque sus padres se juntaron por amor, y por amor les hicieron; si ya no hay amor, quizá los niños entiendan que es como si se negara su propia existencia. 



Cuando hay una separación, uno de los padres, normalmente es positivo y el otro es negativo, normalmente, ¿eh?. Porque pudiera ser que los dos fueran positivos o los dos negativos. Pero lo normal es que haya uno positivo y otro negativo. El negativo sobre todo utilizará a los hijos como chantaje hacia el positivo. Los utilizará de correo, de transmisor, de delator. Y los hijos siempre con el que ha sido más negativo, es decir, con el que menos afectos ha dado, siempre intentarán ser complacientes, para quitarle su rabia; le contarán cosas del padre o de la madre que el padre o la madre negativo quisiera saber.

El padre, una vez separados éstos, acaba siendo como si fuera el tío, ya que además, las leyes actuales llevan a que vean al padre como a ese tío, ya que no está para las cuestiones diarias. Por que hay que verlo cada dos semanas, pero no está para las cuestiones de importancia sea en la escuela, sean las adversidades que sean.  




"Soy una carga para mi madre, soy una carga para mi padre", para que no haya esta sensación de culpabilidad, los niños tienen que sentirse queridos de manera incondicional o por la madre o por el padre, o abuela, o tíos...



martes, 12 de noviembre de 2013

NIÑOS "ESPECTADORES"


Esta pareja, no se sabe si acabarán separados o no, su lenguaje es bastante violento; lenguaje probablemente heredado a su vez de sus padres, o en este caso de los abuelos de los niños.

En esos casos los niños tienen pánicos porque cada noche cuando sus padres se pegan ellos creen que se van a matar, y cuando por fin dejan de pegarse, y además practican el sexo, hay gemidos y ellos creen que se están ahogando... pero no pueden ni entrar en la habitación porque les gritan.




Los padres abusan de los niños, ya que estos son espectadores necesarios. En los niños se clava el terror, sueños horribles, de que sus padres se matan entre sí... y cada mañana con los tendones helados, absolutamente rígidos, cuando el niño pregunta "estás bien mamá", la madre dice "ssssh! ¡Calla! Y, vámos al cole."  Los niños creen que mientras ellos están en el cole, los padres han vuelto a estar juntos, que se han podido matar, y además se culpan de no poder impedir eso. 

En algún momento el niño va a interceder por la madre o por el padre y será agredido o por el uno o por el otro. Se ve obligado a elegir, pero esta vez no como una broma de "¿Quieres más a tu papá o a tu mamá?" si no definitivamente se pone de parte del uno y agrede al otro. 

Los hijos son las víctimas de los malos tratos en la familia. Si quitásemos los hijos, los padres probablemente no se tocarían, cuando les quitamos los espectadores, los actores se convierten en nadie.


Haz click en la tiza del niño
                                    





viernes, 8 de noviembre de 2013

JANDRO


"Soy como un guardaespaldas"



Jandro escribe La Oreja Verde; tiene la vitalidad de un niño grande, de un padre inteligente y de un showman revelador. 


1- ¿El ser padre te hizo sentir más libre o que ya nunca lo volverías a ser?

Jajaja… ni una cosa ni la otra. Ser padre no es que te quite ni te dé libertad simplemente te cambia la escala de prioridades y te hace tener menos tiempo para ti. 


2- ¿El embarazo es más notable en el hombre o en la mujer? ¿Como hombre te sentiste muy embarazado y con distintos procesos a lo largo de los nueve meses? 

La mujer por supuesto. Nosotros experimentamos, o deberíamos, un cambio psicológico pero vosotras además físico importante.

Me sentía raro. Me volví más sensible, empecé a llorar por cosas sin importancia. Era como que me afectaban más las cosas. Lo más curioso es que unos meses antes de nacer me entró el “efecto nido”, que es que te pones a arreglar y a preparar todo como un loco. Hasta construí un armario para mi hija y eso que no había puesto un tornillo en mi vida.


3- ¿Al ver nacer a tu hija sentiste ganas de echar a correr, o te saltó el instinto de protección de una manera animal que quizá no conocías en ti?  

Protección total. Soy como un guardaespaldas.


4- ¿Adelgazaste, engordaste... qué cambios físicos se dieron en ti al ser padre?

Nada a destacar, yo ya era calvo antes… 






5- ¿Qué cosas pensaste que debieran ocurrirle a tu hija en su vida para que sea feliz?

Que se rodee de gente positiva, gente no tóxica. Que no pierda la capacidad de ilusionarse y que no pare de jugar.


6- ¿Qué es lo que tu hija te ha enseñado? 

Que le damos demasiada importancia a cosas que no la tienen. Que hay que vivir el momento y que con una piedra y una caja de cartón se puede ser todo lo feliz que uno quiera.